QUEBRACHO COLORADO

El quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae) es un árbol nativo de Sudamérica, muy apreciado por su madera, utilizada en ebanistería, y por su alto contenido en taninos. Crece en la zona oriental de la región chaqueña, abarcando los departamentos paraguayos de Alto Paraguay y Presidente Hayes, los departamentos bolivianos de Tarija y Chuquisaca y las provincias argentinas de Formosa y Chaco, aunque debido a la muy intensa explotación del pasado siglo y a la muy reducida tasa de crecimiento la población se ha reducido de manera alarmante.

Es un árbol de gran tamaño; necesita temperaturas elevadas y mucha luz solar para su desarrollo. Tiene raíces pivotantes profundas, y un tronco recto, en cuyos nódulos se forman ramificaciones en forma de espina. La copa tiene forma de cono invertido.

La madera, de color castaño a rojizo, es muy dura, pesada —su peso específico alcanza 1.39— y fuerte; es sumamente resistente a la humedad, por lo que se emplea en muebles de calidad, y ha sido la principal madera para confeccionar los rectangulares y longilíneos «durmientes« que soportan los rieles de los ferrocarriles en gran parte de Argentina. Es muy rico en elastringente tanino, usado principalmente para la curtiembre. Es posible extraer 1200 a 1250 kg/ de tanino de ella, un rendimiento de un 38% de su peso total.
Esto provocó una tala indiscriminada de los quebrachales durante los cuarenta primeros años del 
siglo XX hasta que se sustituyó por Acacia mearnsii como principal fuente de este producto.

En 1956 fue declarado «Arbol Forestal Nacional» de la República Argentina